CATALUÑA 2014 – 2016.
LA SOLUCION
B. L. Acksheep
Prólogo
La situación en que se encuentra Cataluña es cada vez más
complicada, con posturas absolutamente enfrentadas e incompatibles. El objetivo
de este blog es proponer una solución, que tiene dos ventajas esenciales:
-Si se piensa bien, es la única verdaderamente justa y que
da satisfacción a los dos bandos enfrentados.
-Es a la vez, seguramente, la única capaz de poner de
acuerdo a esos dos bandos.
La solución está basada en algo conocido y que ha sido
citado como referente esencial por los partidos nacionalistas: el “Clarity
Act”. Como probablemente conocen, en Canadá, ante la voluntad expresada por
determinados partidos de Quebec de separarse del resto del país mediante un
referendum, se realizó una consulta al tribunal supremo que originó esa
respuesta, usualmente conocida como “Clarity Act”, mencionada aquí como Ley de la Claridad. La
Constitución de muchos países, probablemente la gran mayoría,
reclama la indivisibilidad de su territorio salvo que todo el conjunto de la
población, que es la que detenta la soberanía, lo autorice. Así lo contempla la
Constitución española, o la francesa, o la italiana por citar países próximos,
o la de lo Estados Unidos o Australia por citarlos lejanos. Parece ser que la
canadiense no lo establecía tan claramente y ese fue el motivo de la consulta:
si en una votación realizada únicamente en el territorio de Quebec, debería
aceptarse el resultado si este fuese la secesión.
La respuesta del Tribunal Supremo del Canadá, expresada en
el “Clarity Act” mencionado, ha servido de referencia esencial por la calidad y
profundidad de sus argumentos. Todos ellos aplicables, en mi opinión, al caso
de Cataluña. Veámoslo con cierto detalle, en texto sacado de la conferencia que
pronunció un ponente del “Clarity Act”, Stéphane Dion, hace años en Bilbao. El
texto íntegro pueden consultarlo en una página oficial del gobierno de Canadá:
“…todos los ciudadanos
son, en cierto sentido, propietarios de todo el país, con su potencial de
riquezas y de solidaridad humana. Ningún
grupo de ciudadanos puede tomar la iniciativa de monopolizar la ciudadanía en
una parte del territorio nacional, ni despojar a sus conciudadanos, contra su
voluntad, de su derecho de pertenecer plenamente al conjunto del país.
Todos los ciudadanos deberían estar en condiciones de transmitir a sus hijos
este derecho de pertenencia. En términos abstractos, ese derecho nunca debería
ser cuestionado en una democracia. Ésta es sin duda la razón por la que tantas
democracias se consideran indivisibles.”
“No obstante, tampoco
podemos descartar la posibilidad de que en un Estado democrático se produzcan
circunstancias que hagan de la negociación de una secesión la menos mala de las
soluciones posibles. Este podría ser el caso si una parte de la población manifestara
claramente, de forma pacífica y decidida, su voluntad de separarse del país. En
efecto, hay medios que un Estado democrático no debería emplear para retener
contra su voluntad, claramente expresada, a una población concentrada en una
parte de su territorio.”
“… el gobierno de Canadá
sólo aceptaría entablar una negociación sobre la secesión en caso de que la
población de una provincia manifestara claramente su voluntad de separarse de
Canadá. Esta voluntad clara de secesión tendría que expresarse mediante una
mayoría clara que responda afirmativamente a una pregunta que aborde claramente
la cuestión de la secesión y no un proyecto vago de asociación política.
El hecho de descartar la
posibilidad de entablar una negociación sobre la secesión a menos que ésta
cuente con el apoyo de una mayoría clara, y no incierta y frágil, pone de
manifiesto que la secesión se considera un acto grave y probablemente
irreversible, …”
“La negociación sobre la
secesión debería llevarse a cabo en el marco constitucional canadiense y
debería estar impulsada por la búsqueda real de la justicia para todos. Por
ejemplo, en el caso de que poblaciones
concentradas territorialmente en Quebec solicitaran claramente seguir formando
parte de Canadá, debería preverse la divisibilidad del territorio quebequés con
el mismo espíritu de apertura que llevó a aceptar la divisibilidad del
territorio canadiense.”
Para explicar le solución utilizaré cuatro breves capítulos.
Continuará en el Capitulo I. La Historia
interminable
Firmado:
Una oveja de color (de color negro)
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